Patinetes eléctricos, bicicletas compartidas, servicios de carsharing, vehículo autónomo… el actual panorama de la movilidad en las ciudades hubiera resultado inimaginable hace apenas un par de décadas. La revolución del ecosistema de transporte en los núcleos urbanos se ha producido a velocidad de vértigo y está teniendo efectos transformadores sobre el sector asegurador, que se adapta para dar respuesta a las necesidades de los usuarios.
Nos guste o no, las ciudades se han convertido en las grandes protagonistas del siglo XXI. En la actualidad, alrededor del 56 % de la población mundial habita en las urbes, una tendencia que va en aumento, tanto que Naciones Unidas estima que en 2050 casi 7 de cada 10 personas vivirán en estos espacios, es decir, alrededor del 68 % de los habitantes de nuestro planeta.
Además, en estos momentos, más de 500 ciudades superan el millón de habitantes y las megaciudades —aquellas que presentan núcleos de población de más de 10 millones de personas— ya son más de cuarenta en el mundo.
Nueva movilidad en aumento
Esta creciente masificación supone un gran reto para la movilidad urbana, que en las últimas décadas ha experimentado una transformación significativa para adaptarse no solamente al crecimiento poblacional, sino también a desafíos como el cambio climático y la lucha contra la contaminación.
Varios son los factores que confluyen en este cambio de paradigma: la irrupción de los vehículos de movilidad personal, el uso compartido, la tendencia hacia la electrificación del transporte y la implantación de las zonas de bajas emisiones. Así, el nuevo ecosistema incluye desde patinetes eléctricos y bicicletas compartidas hasta servicios de carsharing, el vehículo autónomo, etc.
Es precisamente esta nueva movilidad la que más crecerá durante la próxima década. Al menos, así concluye un informe elaborado por el Oliver Wyman Forum y el Instituto de Estudios de Transporte (ITS) de la Universidad de California, en Berkeley, que pronostica un avance promedio de casi el 10 % anual, frente al 5 % de aumento para el sector, en general.
Hay ciudades que ya están marcando la diferencia, como el caso de Copenhague y Ámsterdam, con modelos a seguir en movilidad ciclista y transporte público eficiente; Oslo, como urbe líder en la adopción de vehículos eléctricos; Singapur, como pionera en el uso de tecnología avanzada para la gestión del tráfico, o Helsinki y su innovador sistema de movilidad, que integra diversos modos de traslado en un solo lugar.
Claves en la evolución del seguro
El auge de estas nuevas modalidades está transformando la manera en que nos desplazamos por las ciudades y ha planteado desafíos únicos para el sector asegurador. Las compañías de seguros están realizando un gran esfuerzo por adaptarse a la nueva situación, con las siguientes claves:
- Evolución del seguro. A medida que emergen opciones como los vehículos de transporte compartido, plataformas de micromovilidad o el aumento de bicicletas eléctricas, scooters y otros vehículos eléctricos, los modelos tradicionales de seguro deben evolucionar. Las aseguradoras están desarrollando productos específicos que aborden los riesgos asociados a la nueva movilidad, desde accidentes hasta daños a terceros, o que den cobertura a las flotas de empresas que ofrecen, por ejemplo, servicios de carsharing o ridesharing.
- Mayor flexibilidad y personalización. La movilidad urbana moderna también demanda soluciones aseguradoras más flexibles. Los clientes buscan pólizas que se adapten a sus patrones de uso. Un ejemplo son los seguros que permiten a los conductores pagar por la protección únicamente durante el tiempo que están en la carretera. Un paso más son los seguros de movilidad personal que incluyen diferentes tipos de transporte.
- Fomento de la sostenibilidad. El seguro puede desempeñar un papel en la promoción de prácticas de transporte sostenible. Algunas aseguradoras están ofreciendo descuentos o incentivos para quienes utilizan vehículos eléctricos o se desplazan en bicicleta.
- Uso de tecnología y big data. La tecnología y el análisis de datos están revolucionando este sector en el caso de la movilidad urbana. Las compañías de seguros utilizan el big data para evaluar riesgos de manera más precisa, lo que les permite ofrecer tarifas más competitivas. Además, el uso de dispositivos para rastrear el comportamiento del conductor permite ajustar las pólizas en tiempo real, mejorando la personalización y la eficiencia.
- Retos y oportunidades. A pesar de las oportunidades que presenta la nueva movilidad urbana también existen retos. La regulación es un aspecto clave que debe ser abordado. Los marcos regulatorios aún están en desarrollo en muchas regiones, lo que dificulta la estandarización de las coberturas del seguro. Otro tema que requiere atención especial es la responsabilidad en caso de accidentes que involucran múltiples modos de transporte.
Un enfoque innovador
En resumen, la nueva movilidad urbana requiere un enfoque innovador en el ámbito de los seguros. A medida que las ciudades se adaptan a las nuevas formas de transporte, este sector evoluciona para ofrecer soluciones más flexibles que no solo protejan a los usuarios, sino que también fomenten un entorno más seguro, con el uso de la tecnología y apostando por la sostenibilidad.
En su oferta dentro de este ámbito, en España, MAPFRE cuenta con un seguro para patinetes eléctricos, MásPatín. Además, desde 2021 pone en manos de sus clientes la Gama Cambio, un seguro para coches eléctricos e híbridos enchufables, especialmente diseñado para dar cobertura a las necesidades específicas de este tipo de vehículos.
También Verti cuenta con su propio producto de movilidad personal, enfocado a dar cobertura en transporte público, taxi, VTC, vehículos compartidos o patinetes eléctricos. Ya no importa el medio de transporte, sino la personalización de la oferta.
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