El camino de Paraguay hacia las finanzas digitales inclusivas: Nuevos hitos, nuevos horizontes

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Contar con servicios financieros digitales accesibles, asequibles y eficientes es fundamental para promover un crecimiento económico inclusivo y generar empleo. Al permitir que cualquier persona con una cuenta transaccional pueda enviar, recibir y ahorrar dinero de forma segura, los pagos digitales tienen el potencial de empoderar a poblaciones de bajos ingresos, mujeres, comunidades rurales y trabajadores informales. En el caso de las mujeres, en particular, las finanzas digitales significan mayor autonomía y participación en la economía. Para las pequeñas empresas, es el camino hacia la formalización, el financiamiento y el crecimiento. Los pagos digitales no solo mueven dinero, construyen equidad, amplían oportunidades y generan empleo.

Paraguay ha logrado avances significativos en la construcción de un ecosistema de pagos digitales más inclusivo y dinámico. Un pilar central de esta transformación ha sido la implementación del Sistema de Pagos Instantáneos (SPI),1 la infraestructura de pagos rápidos operada por el Banco Central del Paraguay (BCP). Lanzado en 2022, el SPI permite realizar transferencias seguras, a muy bajo costo y en tiempo real entre clientes de bancos y entidades financieras no bancarias. El sistema se ha consolidado como un motor clave para la inclusión financiera digital en un contexto donde las billeteras digitales y los pagos mediante códigos QR impulsan la innovación.

En junio de 2025, Paraguay dio un nuevo paso en su agenda de digitalización de pagos con la promulgación de la Ley 7503 del Sistema Nacional de Pagos (SNP). Esta reforma representa un hito más dentro de una agenda ambiciosa, al establecer un marco legal y regulatorio sólido y garantizar una supervisión eficaz del ecosistema de pagos.

Dinero móvil y la expansión de los pagos con QR

La titularidad de cuentas en Paraguay ha registrado un avance constante y positivo desde 2011, alcanzando actualmente al 61% de la población adulta, según revela la reciente edición del Global Findex 2025. El dinero móvil ha sido un factor determinante para ampliar la inclusión financiera, impulsando la apertura de nuevas cuentas.

Las Entidades de Medios de Pago Electrónico desempeñan un rol clave en este proceso. Hasta ahora, estas empresas se han concentrado principalmente en operaciones de ingreso y retiro de efectivo, lo que evidencia un potencial aún no explotado para ampliar el uso de servicios plenamente digitales. Abordar el costo de las transferencias entre cuentas y diferentes proveedores será determinante para seguir avanzando en eficiencia y conveniencia para los usuarios.

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Por su parte, los pagos mediante códigos QR han surgido como una vía prometedora para ampliar la aceptación de pagos digitales, especialmente entre las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), muchas de las cuales siguen sin acceso a infraestructuras tradicionales como las terminales de pago (sistema POS).  

El fuerte crecimiento de las transacciones con tarjeta iniciadas mediante QR —que superaron los 13.9 millones en junio de 2025— refleja una demanda robusta por parte de los consumidores y una buena disposición por parte de los comercios. Aunque las soluciones QR actuales siguen siendo mayormente de tipo “cerrado”, la adopción de un formato estandarizado ofrece una base sólida para futuras mejoras en interoperabilidad. 

Optimizar los pagos con QR permitirá lograr mayores eficiencias tanto para usuarios como para comercios, reduciendo costos y complejidad, al tiempo que se amplía el ecosistema digital.

Rápido, inclusivo e interoperable

Desde su creación, el Sistema de Pagos Instantáneos ha registrado un crecimiento sostenido y acelerado. Solo en junio de 2025, procesó cerca de 28 millones de transacciones, frente a poco más de 19 millones en todo 2022. En términos de valor, las operaciones superaron los 82 billones de guaraníes en 2024 (USD 10.600 millones), lo que representa un incremento de seis veces en apenas dos años.  

Este éxito se explica, en gran parte, por la capacidad del SPI de simplificar las transferencias entre personas (P2P) mediante alias amigables como números de teléfono, correos electrónicos o cédulas de identidad.

El SPI también ofrece un gran potencial aún no explotado en pagos a comercios. Aunque actualmente sigue concentrado en pagos P2P, el BCP trabaja activamente para habilitar casos de uso de persona a comercio (P2M) a través del SPI. Esta expansión podría ser transformadora, especialmente si se articula con pagos mediante QR, aceptación a través de alias y esquemas de iniciación de pagos por terceros, que contribuyen a reducir costos y barreras de entrada para los micro y pequeños comercios. 

Un nuevo marco legal

La nueva Ley del Sistema Nacional de Pagos dota a Paraguay de la base legal necesaria para consolidar un mercado de pagos moderno, inclusivo y competitivo.

Otorga al BCP atribuciones claras para autorizar y supervisar a las entidades que operan dentro del SNP, así como facultades para establecer requisitos mínimos en materia operativa, de ciberseguridad y de protección al consumidor, lo que le brinda herramientas para gestionar riesgos emergentes como fraudes y estafas. Además, la ley incorpora formalmente a los proveedores no bancarios de servicios de pago (PSP) y a las fintechs dentro del SNP, reconociéndolos legalmente en igualdad de condiciones y permitiéndoles acceder a la infraestructura de pagos. Esto abre espacio para la innovación y fomenta la competencia en condiciones equitativas, al tiempo que refuerza la protección a los consumidores y la seguridad del sistema.

La ley también establece la interoperabilidad y la competencia como principios rectores del SNP. En esta línea, el BCP podrá ejercer sus facultades regulatorias para definir estándares técnicos, de gobernanza y de acceso. A medida que el BCP avanza en esta nueva etapa, será clave incorporar buenas prácticas internacionales y asegurar un proceso participativo e inclusivo con todos los actores del sector.

Una ventana de oportunidad para la transformación

La experiencia paraguaya demuestra que la tecnología, por sí sola, no basta; debe estar respaldada por una regulación robusta y una infraestructura de pagos abierta. De cara al futuro, se perfilan cinco prioridades estratégicas:

  • Ampliar el SPI a pagos comerciales mediante QR y alias, permitiendo a los PSPs llegar a nuevos segmentos de usuarios.
  • Desarrollar marcos regulatorios que habiliten la entrada de nuevos proveedores en igualdad de condiciones, incrementando la oferta para los consumidores.
  • Revisar periódicamente las políticas de acceso al sistema de pagos, en consonancia con la evolución del mercado y la aparición de nuevos modelos de negocio.
  • Impulsar la interoperabilidad entre las diferentes redes de pagos a través de un punto único de acceso (por ejemplo, QR o POS), permitiendo interacciones fluidas entre usuarios y comercios, sin importar el proveedor.
  • Fortalecer la resiliencia cibernética y la protección del usuario final a través de un enfoque integral que combine regulación, infraestructura y educación financiera.

Es igualmente importante que el ejercicio de la función de supervisión del banco central sobre los sistemas de pago se rija por los principios de proporcionalidad y coherencia en la aplicación de los estándares de supervisión, garantizando la transparencia y la competencia en el mercado.

En una región donde la fragmentación a menudo frena el progreso, el impulso de Paraguay por la interoperabilidad y la inclusión constituye un modelo relevante. Aprovechando estas herramientas, Paraguay tiene la oportunidad de ampliar significativamente el acceso a pagos digitales allí donde la inclusión financiera se vuelve más tangible: en la última milla.

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