El FMI advierte del riesgo de las nuevas variantes del coronavirus para la economía europea

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Georgieva entra en el debate sobre la revisión del pacto de estabilidad al pedir que se revisen las normas

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ve una fuerte recuperación de la economía europea y la atribuye a dos causas: las altas tasas de vacunación —cuando se comparan con otras áreas del mundo— y el apoyo fiscal continuado. No obstante, el organismo que dirige la búlgara Kristalina Georgieva todavía otea altos niveles de incertidumbres y amenazas, que han crecido en las últimas semanas con la aparición de la nueva variante del coronavirus, la ómicron. Y así se lo ha dicho la directora gerente a los ministros de Finanzas de la zona euro, el Eurogrupo, este lunes al presentarles su análisis de la situación económica actual en la UE: “La actual ola de contagios y la renovada preocupación por las nuevas variantes, más contagiosas, subraya el riesgo continuo que la pandemia representa para la recuperación, especialmente si va acompañada de una disminución de la efectividad de la vacuna o una cobertura de vacunación incompleta”, ha señalado Georgieva al acabar el encuentro.

Sobre el debate abierto en la zona euro por la Comisión Europea para revisar las normas que rigen el pacto de estabilidad, la búlgara ha sido clara al afirmar que “las reglas fiscales deben reformarse en la era postpandemia”. “La aplicación de las reglas actuales sería contraproducente y contractiva para los países más endeudados”, ha continuado. Recogía así el guante, sin dar más detalle, que le lanzaba al mismo tiempo en otra rueda de prensa el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que ha pedido al FMI que envíe sus propuestas sobre cómo cambiar esas normas.

Gentiloni, al igual que Georgieva, también ha apuntado a la cambiante situación de la pandemia y su potencial impacto sobre la economía al señalar que “los nuevos y los viejos riesgos se están materializando con un notable aumento de casos y la reintroducción de nuevas restricciones, colapsos en la cadena de valor y aumentos en la inflación”. “Por esto precisamente, los responsables políticos tienen que mantenerse ágiles y listos para actuar si la situación lo precisa”, ha continuado, parafraseando las conclusiones que expuso hace unos días cuando presentó el análisis de la Comisión Europea sobre los presupuestos de los Veintisiete. Desde entonces las incertidumbres han crecido al aparecer ómicron, aunque, en principio, Bruselas no cambia sus planes.

Este cúmulo de circunstancias habría debilitado algo la evolución de la economía a finales de este año. Y eso es lo que ha llevado al FMI a advertir este lunes de que va a revisar ligeramente a la baja las previsiones para la economía europea, que ahora pronostica un crecimiento del 5% en 2021 y del 4,3% en 2022. También subraya el FMI que hay otros “vientos en contra”, como la finalización de las políticas fiscales de respaldo a la recuperación, “una posible corrección de los mercados inmobiliarios o los efectos secundarios de una fuerte desaceleración en China”, donde este mismo lunes ha vuelto a emerger el fantasma de una quiebra de la gran inmobiliaria Evergrande.

La demanda para la política fiscal que hace el FMI, en coherencia con estas observaciones, es que se mantenga su carácter expansivo. No obstante, sí que pide que conforme se avance en la recuperación y esta se consolide, los países con mayores niveles de deuda deben ir aplicando políticas de consolidación fiscal —o de reducción de deuda— para así ir ganando margen de actuación para la siguiente crisis, una exigencia que también formula la Comisión Europea para países como España.

El informe del FMI sobre la eurozona también se detiene en la marcha de los precios. Su análisis se sitúa dentro del consenso mayoritario de analistas y organismos internacionales, que prevén que la inflación pierda fuerza en 2022. “A pesar del reciente aumento de los precios, la proyección de debilidad para la inflación en la zona euro se mantiene”. Eso quiere decir, precisa el organismo con sede en Washington, que en un plazo medio de tiempo el IPC se situará por debajo del 2%. Y sostiene que el pico actual se debe a “factores transitorios, como el colapso de las cadenas de suministro o la finalización de la rebaja del IVA en Alemania”. No obstante, confiesa Georgieva que los precios altos están manteniéndose en ese nivel más de lo que se pensaba en principio y eso aumenta el riesgo.

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