El concepto de finanzas embebidas viene a marcar un antes y un después en el sistema financiero.
Las finanzas digitales han marcado un antes y un después en cómo las personas manejan su dinero, sobre todo en Argentina, donde la mayoría no se encuentra bancarizada. Si bien aún el pago en efectivo sigue siendo el medio más utilizado, cada vez más consumidores se inclinan por incorporarse al sistema financiero, en especial por la facilidad que ofrecen las empresas de pagos digitales.
En este contexto, las finanzas embebidas empezaron a tomar un rol central en las finanzas digitales.
En pocas palabras, las finanzas embebidas son servicios financieros que están incorporados dentro de otras plataformas. Un ejemplo es el conjunto de diferentes opciones de financiamiento dentro de una plataforma de e-commerce.
Los usuarios eligen el producto que desean comprar sin tener que abandonar el sitio web. Otro de los conceptos que también tomó fuerza es el de open banking, el cual consiste en utilizar los datos de los clientes financieros para otorgarles un servicio distinguido con mayor eficiencia.
Desde la Cámara Argentina de Fintech, junto a la empresa Poincenot, se realizó un exhaustivo estudio para poder medir las iniciativas que están funcionando y sus proyecciones a futuro. En él entrevistaron a personas referentes del sector financiero tradicional. Si bien el 70% de los entrevistados conocía el concepto de “banca abierta”, menos del 50% conocía el concepto de finanzas embebidas.
“La experiencia internacional demuestra que las finanzas embebidas y el open banking son herramientas que amplían las posibilidades de clientes y consumidores mediante el uso de la tecnología, generando nuevas oportunidades para el ecosistema y la industria financiera”, comentó José Marcos González Pereira, Chief Business Officer de Poincenot Tech Studio.