Los nueve riesgos claves para la economía mundial en 2025

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La economía global se enfrenta a un 2025 lleno de incertidumbres y desafíos. Desde el aumento de la deuda y la persistente inflación hasta los efectos del cambio climático y las tensiones geopolíticas, los riesgos son diversos y profundos. 

El informe Panorama económico y sectorial 2025: perspectivas hacia el segundo semestre, elaborado por MAPFRE Economics y editado por Fundación MAPFRE, hace un balance con los riesgos más relevantes que podrían impactar la estabilidad económica global.

  1. Riesgo financiero y deuda global

Uno de los principales riesgos identificados es el elevado nivel de endeudamiento público y privado, que supera el 256 % del Producto Interno Bruto (PIB) global. Este aumento, observado tanto en economías avanzadas como en mercados emergentes, ha sido exacerbado por el incremento de los rendimientos de los bonos gubernamentales a largo plazo. En Estados Unidos, el rendimiento del bono a 10 años ha alcanzado niveles históricos, encareciendo el servicio de la deuda y poniendo presión sobre las finanzas públicas. Este escenario se agrava con políticas monetarias restrictivas que buscan contener la inflación, pero que dificultan la sostenibilidad de la deuda: a unos tipos más altos, más aumento de los costes de la deuda habrá. 

  1. Guerra de aranceles y proteccionismo

La política proteccionista de Estados Unidos por vía de imposición de aranceles tiene como objetivo reducir el déficit comercial y, a la vez, aumentar los ingresos del gobierno. Se espera que el coste de estos aranceles la asuman, en una parte, los consumidores y, en otra, los fabricantes. El objetivo de reducir el déficit comercial no es fácil de conseguir, ya que muchos productos importados no se pueden fabricar en Estados Unidos, o solo con un coste mucho más elevado. Sin embargo, se espera que, en determinadas industrias, como el acero o el automóvil, se consiga movilizar cierta parte de la fabricación a ese país. 

  1. Inflación

Se han logrado avances significativos en la reducción de la inflación global, con la mayoría de las economías avanzadas mostrando descensos sostenidos en los índices de precios. No obstante, el objetivo del 2 %, fijado por muchos bancos centrales, está resultando más difícil de alcanzar. Los datos recientes indican un ligero repunte en la inflación en algunas regiones, lo que genera preocupaciones sobre la persistencia de las presiones inflacionarias. 

  1. Política monetaria y estabilidad financiera

Los bancos centrales de los países del G7 han iniciado un ciclo de reducción de tipos de interés, impulsados por los avances en el control de la inflación. La excepción es Estados Unidos, que los ha mantenido en 2025 a la espera de poder evaluar el impacto de los aranceles. Una inflación más persistente y el aumento de los rendimientos de los bonos de gobiernos aumentan el riesgo de que tanto los gobiernos como el sector privado deban refinanciar sus deudas a tasas más elevadas; una financiación más cara produce una moderación de la demanda de crédito y, por tanto, unos menores niveles de inversión y actividad económica. 

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  1. Entorno geopolítico

En el panorama geopolítico, después de los ataques de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iranís, el petróleo llegó a tocar máximos de cinco meses, aunque con el alto el fuego (aunque precario y sin gran negociación) el petróleo Brent ha vuelto a situarse en la zona de los 70 USD/bl. Asimismo, el conflicto de Gaza y el de Ucrania siguen sin resolverse y continúan siendo dramas humanos, aunque parece que la economía del resto del mundo sigue su curso. Aparentemente, Europa ha conseguido encontrar fuentes alternativas al gas y petróleo ruso, aunque no está claro que lo siga comprando en parte indirectamente. Otro aspecto para vigilar es la creciente influencia de los BRICS, que defienden una gradual reducción del uso del dólar en las transacciones internacionales. 

  1. Tensión financiero-inmobiliaria en China

El sector inmobiliario chino se enfrenta a desafíos significativos. Las ventas de viviendas nuevas han disminuido y los precios de las propiedades siguen a la baja. Algunos observadores del mercado esperan que las ventas caigan un 12 % en 2025, con una disminución notable en los precios de las viviendas. Las dificultades en el sector inmobiliario chino pueden afectar tanto a la economía nacional como a la estabilidad financiera global. Estas tensiones en el mercado inmobiliario incrementan el riesgo de incumplimiento de deuda entre los promotores, lo que podría repercutir en el sistema bancario debido a la exposición significativa de las instituciones financieras al sector. 

  1. Mercados inmobiliarios

En los mercados desarrollados, el sector residencial ha mostrado resiliencia, con incrementos notables en los precios de la vivienda. Sin embargo, el sector inmobiliario comercial y de oficinas enfrenta desafíos significativos tanto en Estados Unidos como en Europa. La pandemia aceleró tendencias como el teletrabajo, reduciendo la demanda de espacios de oficina y aumentando las tasas de vacancia. Además, el aumento de los rendimientos de los bonos gubernamentales ha encarecido los costos de financiación inmobiliaria, lo que puede afectar negativamente la valoración de los inmuebles y aumentar el riesgo de inestabilidad financiera. 

  1. Riesgos de la IA

La inteligencia artificial (IA) representa una herramienta con un enorme potencial para el crecimiento económico global, pero también introduce riesgos significativos para la estabilidad financiera y social. En los mercados financieros, el uso de algoritmos de trading automático ha generado preocupación por su capacidad de amplificar la volatilidad en periodos de estrés. Estos algoritmos, diseñados para ejecutar transacciones en fracciones de segundo, pueden desencadenar reacciones en cadena que agravan caídas de los mercados, como ya ocurrió en eventos como el flash crash de 2010. La falta de supervisión y transparencia en la programación de estos algoritmos podría intensificar estos riesgos, especialmente si interactúan con otros factores de inestabilidad económica. 

  1. Cambio climático y desastres naturales

El impacto de los desastres naturales continúa siendo un riesgo significativo. En 2024, las temperaturas globales alcanzaron un aumento sin precedentes de 1,55 °C, por encima de los niveles preindustriales, el año más cálido registrado hasta ahora, lo que provocó unas pérdidas económicas globales por catástrofes naturales alcanzaron los 320.000 millones de dólares, de los cuales solo 145.000 millones estaban asegurados. Este aumento ha intensificado fenómenos como olas de calor, ciclones e inundaciones, subrayando la necesidad urgente de medidas de adaptación. 

Conclusión

El balance de riesgos en 2025 presenta un panorama complejo y desafiante para la economía global. Los altos niveles de deuda, las tensiones geopolíticas, los efectos del cambio climático, la persistente inflación y la incertidumbre en los mercados financieros son factores que requieren atención especial por parte de los gobiernos, instituciones financieras y actores del mercado. La cooperación internacional, la implementación de políticas efectivas y la adaptación a las nuevas dinámicas globales serán esenciales para mitigar estos riesgos y garantizar una estabilidad económica sostenible. En este contexto, el arte de negociar y la capacidad de adaptarse a un entorno cambiante se convierten en herramientas fundamentales para enfrentar los desafíos del futuro. 

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