El impacto final de este siniestro de pandemia y la percepción y apetito de riesgo de cada asegurador será determinante en las medidas que las compañías tomarán
Los efectos de Covid-19 en la industria de seguros global han sido variados. De una parte, las compañías de seguros enfrentaron el impacto sobre las inversiones de portafolio como resultado del comportamiento de los mercados financieros durante los primeros meses de la pandemia.
De otra parte, el mercado afrontó una situación atípica por el cambio en la dinámica del riesgo asegurado en diferentes líneas de negocio, incluyendo el caso de los seguros de automóviles –en los cuales se reintegraron $281.500 millones a 3.1 millones de tomadores de las porciones de prima correspondientes a la variación en la exposición al riesgo por las medidas de aislamiento adoptadas por los gobiernos alrededor del mundo para contener la propagación del virus-; y de la exposición en los ramos como ingeniería que enfrentaron incertidumbre frente a las consecuencias que tendría la suspensión de obras de construcción.
Finalmente, el canal natural de incidencia sobre el resultado técnico de las entidades ha sido la siniestralidad en diferentes productos. En el caso de los seguros de vida se trató del efecto del crecimiento en las tasas de mortalidad sobre las diferentes líneas de negocio, mientras que en los seguros de no vida influyeron entre otros factores, la interrupción de las cadenas de suministro globales y el deterioro del mercado laboral con sus efectos sobre el ingreso disponible de los hogares.
El caso colombiano
La Superintendencia Financiera de Colombia entregó un informe en el que explica que en el caso particular de Colombia, el impacto del Covid-19 se ha evidenciado en los ramos de seguro previsional de invalidez y sobrevivencia y vida grupo.
En el primer caso, para este seguro caracterizado por amparar a los afiliados al régimen de pensiones de ahorro individual con solidaridad, a lo largo de la pandemia se ha observado un aumento en el indicador de siniestralidad desde 100.1% en abril de 2020 a 114.3% en abril de 2021 y 138.5% en el mismo mes de 2022.
La dinámica creciente de los siniestros para el seguro previsional se hizo evidente a partir de diciembre de 2020 y enero de 2021, cuando la siniestralidad bruta comenzó un crecimiento sostenido hasta enero de 2022, mes en el cual se observada el indicador más alto en los últimos 5 años.
Por su parte, en el ramo de vida grupo, bajo el cual se amparan, entre otros, los seguros de vida asociados a crédito hipotecario y los seguros de vida grupo de diferentes empresas, se observó un crecimiento en la siniestralidad de 19.7 puntos porcentuales desde la declaratoria de la pandemia hasta abril de presente año.
De manera similar al ramo de seguro previsional, en el seguro de vida grupo la siniestralidad se deterioró a partir del último trimestre del año y alcanzó el nivel más alto en octubre de 2021 (65.4%) 26.6 puntos porcentuales por encima del observado en igual mes de 2018. En lo corrido de 2022, para los ramos mencionados anteriormente, la siniestralidad se estabilizó en niveles superiores a los registrados pre-pandemia.
El deterioro en la siniestralidad también se ha evidenciado en los ramos de vida individual y los seguros exequiales. Los siniestros liquidados de estas dos líneas de negocio alcanzaron 545.100 millones y 27.400 millones al cierre de 2021, respectivamente.
¿Qué encontró la Súper?
Entre las conclusiones a las que llegó la Superfinanciera está que las cifras reportadas revelan algunos indicios de la dinámica de desarrollo que ha seguido cada uno de los mercados y del rol que ha asumido la industria de seguros en el escenario actual.
Por ejemplo, plantea si la evolución del mercado se ha apalancado en una alta proporción en seguros no voluntarios como los dependientes de la colocación del crédito, en cuyo caso, los productos de seguros han contribuido en mayor medida a aliviar la carga financiera de los hogares al tiempo que respaldan la operación de los establecimientos de crédito.
El impacto final de este siniestro de pandemia y la percepción y apetito de riesgo de cada asegurador será determinante en las medidas que las compañías de seguros tomarán hacia adelante.
Diferentes fuentes han encuestado a los aseguradores alrededor del mundo sobre sus perspectivas frente al aseguramiento del riesgo de pandemia y las opiniones son diversas.
Algunos manifiestan que, aunque han ajustado sus tarifas, no han modificado sus condiciones de cobertura (vía la incorporación de exclusiones o límites), mientras que otros sí han optado por esta vía; esto como medida para la gestión de la exposición al escenario de pandemia.
En el caso colombiano, las perspectivas deben seguirse decantando y estarán condicionadas a las decisiones estratégicas de los grupos internacionales de seguros de los que hacen parte la mayoría de los aseguradores en el mercado local.
Desde el punto de vista de la gestión de este riesgo, la prioridad de la SFC ha sido capitalizar las lecciones aprendidas de la pandemia, para lo cual mediante la Circular Externa 027 de 2021 impartió las instrucciones que las administradoras de riesgos laborales deben atender en la cuantificación de la exposición a eventos de baja frecuencia y alta severidad como el de pandemia, relevantes entre otros, para la toma de decisiones en la transferencia de este tipo de riesgo al mercado reasegurador.
La prioridad es la construcción de herramientas robustas de modelación de este tipo de escenarios y la recopilación de información de las carteras de riesgos asegurados.
Este puede ser un punto de referencia para que la industria avance en la estrategia de administración de otros ramos que actualmente explotan y la estructuración de productos y soluciones de cobertura.