¿Qué opciones tiene Europa si Rusia cierra el grifo del gas?

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El gigante estatal ruso Gazprom decidió cortar el suministro de gas natural a Bulgaria y Polonia a partir de este miércoles 27 de abril de 2022, como respuesta a su negativa de pagar en rublos por las importaciones. La Comisión Europea aseguró tener listos los planes de contingencia ante un eventual agravamiento de la situación.

Los líderes europeos comienzan a hablar de “chantaje del gas” para referirse a la más reciente represalia económica de Rusia contra Occidente por las sanciones impuestas para castigarlo por la invasión a Ucrania.

El Kremlin estableció que, a partir del primero de abril, todos los pagos por el gas ruso por parte de países que considera “no amistosos”, es decir, aquellos que se han unido en su contra, debían hacerse en rublos y no en euros o dólares.

Ahora estos países se enfrentan a un dilema: intentar pagar en euros o dólares y exponerse a no recibir el insumo o pagar en rublos como pide Rusia y exponerse a sanciones de Bruselas por incumplir los castigos occidentales.

“No deben acceder a las demandas rusas. Sería un incumplimiento de las sanciones y un alto riesgo para las empresas”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en una breve rueda de prensa después de que la gasística rusa Gazprom cortara el suministro a Polonia y Bulgaria por negarse a pagar el suministro en rublos.

Los primeros damnificados de la amenaza cumplida fueron Bulgaria y Polonia, a quienes Gazprom, la empresa más grande de Rusia y proveedor principal del gas europeo, les cerró el grifo tras no recibir pagos en rublos, como ahora demanda el Kremlin.

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Estos dos países tienen acuerdos de gas a largo plazo con Gazprom que expiran a finales de este año y acusan a la compañía de incumplir los contratos, al tiempo que analizan nuevas opciones de suministro.

¿Si no es Rusia, quién?

Rusia suministra alrededor del 40% del gas natural de la Unión Europea, que quiere reducir sus importaciones en dos tercios este año y poner fin definitivo a su dependencia “mucho antes de 2030”. Algunos países ya tienen opciones de suministro alternativas y la red de gas de Europa está interconectada.

Alemania, uno de los países más necesitados de Rusia, que detuvo la certificación del nuevo gasoducto Nord Stream 2 de Rusia debido a la guerra de Ucrania, podría importar gas de Gran Bretaña, Dinamarca, Noruega y Países Bajos a través de gasoductos.

Por ejemplo, la noruega Equinor ha dicho que intentará producir más gas durante el próximo verano, una temporada en la que el mantenimiento suele reducir la producción. El sur de Europa, en tanto, puede recibir gas de Azerbaiyán vía Italia y Turquía.

Otro mecanismo es elevar las importaciones de gas natural licuado (GNL) desde países como Estados Unidos. El hidrocarburo es transportado por mar y entregado en terminales de regasificación. Sin embargo, es un proceso más costoso y dispendioso.

Estados Unidos sería una de las principales fuentes de suministro de gas licuado, a pesar de que sus plantas y las terminales de importación en Europa ya están operando al límite de capacidad. Algunos países ya están trabajando para construir nuevas terminales en el corto plazo.

Entre las opciones que han estado desde el principio sobre la mesa está, no solamente obtener el gas desde otros países, sino diversificar la canasta energética para producir energía a partir de fuentes más limpias. Pero ese es un proyecto de mediano a largo plazo.

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