Así lo revela encuesta de GlobalData. La investigación más reciente difundida por la firma detalla que 29 por ciento de los encuestados indica que su apreciación sobre las aseguradoras empeoró a causa de la pandemia de COVID-19
A pesar de los considerables esfuerzos registrados por las aseguradoras a raíz de la conmoción desatada por la expansión de la COVID-19, su reputación se ha deteriorado desde que comenzó el brote del virus SARS-CoV-2, como consecuencia de los planes de respuesta que han implementado las instituciones que integran al sector seguros a escala la global para desahogar reclamaciones, revela una encuesta de GlobalData, consultora especializada en análisis de datos.
La investigación más reciente difundida por la firma detalla que 29 por ciento de los encuestados indica que su apreciación sobre las aseguradoras empeoró a causa de la pandemia de COVID-19; mientras que 41 por ciento de la masa consultada fue tajante y afirma que la reputación de las compañías de seguros se resquebrajó durante el lapso de tiempo en el que la diseminación del nuevo coronavirus no ha cesado.
Ben Carey-Evans, analista de seguros de GlobalData, declaró que indubitablemente la pandemia ha sido una situación extremadamente difícil para las aseguradoras con operación en todo el orbe. En tal sentido, señaló que las reclamaciones en algunas líneas aumentaron, sin perder de vista que, añadió, algunos rubros se han vuelto difíciles de asegurar.
“Es probable que el factor más importante detrás del daño a la reputación de la industria sean las batallas legales en torno a las reclamaciones por interrupción del negocio a lo largo de 2020. Por ejemplo, en Reino Unido, la autoridad reguladora llevó a las aseguradoras a los tribunales porque se negaron a pagar reclamaciones, ya que argumentaron que una pandemia no estaba cubierta en la mayoría de las pólizas colocadas. Al final perdieron, pero la disputa y la demora en el pago de las indemnizaciones causaron algún daño”, abundó Carey-Evans.
Para finalizar, el funcionario de GlobalData recordó que históricamente la confianza del consumidor ha sido un factor clave para las aseguradoras. Sin embargo, reconoció que las instituciones tradicionalmente han enfrentado significativos problemas para ser reconocidas positivamente por la sociedad.
“Las aseguradoras no pueden permitirse un mayor daño a su reputación. Entonces, la clave para sobreponerse a este desafío en el futuro estriba en la transparencia, y en asegurarse de que los términos de las pólizas sean muy claros para los consumidores, de tal suerte que eviten disputas legales”, cerró Carey-Evans.